Hasta el
decenio de 1990, el número más alto de casos de paludismo (95 000)
registrados en el Perú se remontaba a 1944. En 1965 se había logrado el más
bajo (1 500) después de una intensa campaña para erradicar la enfermedad.
Así, las infecciones por Plasmodium falciparum quedaron
limitadas a las zonas costeras del noroeste que lindan con el Ecuador, si bien
esporádicamente se informaba de casos en las zonas norte y oriente del
departamento de Loreto vecinas al Brasil, Colombia y Ecuador. Sin embargo, a
principios de los años noventa empezaron a observarse casos nuevos de paludismo
por P. falciparum al norte del río Pastaza y en los límites
orientales de Loreto, zonas ubicadas en la Amazonia peruana. El número
incrementó rápidamente, de 140 casos en 1991 a 54 290 casos confirmados
por laboratorio en 1997. En ese año el paludismo en Loreto dejó un saldo de 85
muertes y 121 268 casos, cifra que encierra un aumento inusitado de la
enfermedad por P. vivax. P. malariae también ocasionó 44 casos
en 1997. Además, recibieron tratamiento 36 268 personas que se sospechaba
tuvieran paludismo pero cuyo diagnóstico no pudo confirmarse, lo que elevó el
total a 158 115.
Durante esta
epidemia se han registrado más casos en hombres (60,5%) que en mujeres (39,5%),
probablemente debido al mayor riesgo ocupacional de exposición a los mosquitos
vectores. La incidencia ha tenido una fluctuación estacional y llega a su
máximo durante las lluvias de noviembre a junio. La mayor parte de los casos
provienen de Iquitos que, con 345 000 habitantes, es el único centro
urbano de gran tamaño en Loreto. Alrededor de esa ciudad se reparte, entre
pueblos y aldeas, una población rural de 474 000. La economía local se
basa en la agricultura, la pesca y actividades comerciales, madereras y
petroleras.
En el período
de 5 años mencionado, el número de casos de paludismo en el Perú se
cuadruplicó, pero en Loreto se multiplicó por 50. La infección por P.
falciparum se ha incrementado a un ritmo mucho mayor que la ocasionada
por otros plasmodios y Anopheles darlingi, vector principal
de P. falciparum en la zona amazónica, se ha vuelto mucho más
común. Cabe señalar que durante la epidemia descrita, el Perú registró el
número de casos de paludismo más alto de toda Suramérica después del Brasil.
Uno de los problemas más acuciantes que se plantea es la evolución de cepas
de P. falciparum resistentes a la cloroquina y a la
pirimetamina sulfadoxina, lo cual requiere poner en práctica programas de
tratamiento con medicamentos más eficaces. Es probable que las cepas
resistentes hayan sido introducidas y diseminadas en el país por viajeros y
narcotraficantes, pero la abundancia de A. darlingi les ha
permitido prosperar de forma insólita. Durante 1996 dos estudios prospectivos
de pacientes periurbanos y rurales de Loreto permitieron determinar la
resistencia de P. falciparum a los medicamentos. Los
porcentajes más altos de cepas resistentes a múltiples medicamentos se han
encontrado en las zonas limítrofes de Colonia Angamos sobre el río Yavarí, las
comunidades del río Blanco y en Santa Clara, cerca de Iquitos. Los parásitos
evidenciaron resistencia considerable a la pirimetamina-sulfadoxina (31% de las
pruebas in vivo y 67% in vitro) y resistencia in vitro de 78% a la cloroquina.
No obstante, el plasmodio se mantuvo susceptible a la mefloquina y la quinina. Se
teme la posibilidad de que el paludismo se siga expandiendo a medida que A.
darlingiprolifera y coloniza nuevos hábitat. El Programa
Nacional provee a la población diagnósticos y tratamientos gratuitos y ha
puesto en marcha diversas medidas de control. La población participa en la
identificación y destrucción de criaderos de larvas y el uso de sustancias
químicas incluye fumigación espacial y rociamientos dentro de las viviendas con
piretroides y control de los criaderos de larvas con temefós. Además, se está
investigando el empleo de controles biológicos como Bacillus
sphaericus y B. thuringiensis. Se espera que nuevas
investigaciones sobre el control ambiental, el comportamiento del vector y la
resistencia del parásito a los medicamentos ayuden a establecer métodos
apropiados para combatir la transmisión del paludismo en esa zona del Perú.
Lambayeque:
realizan intervención en Chongoyape tras presentarse casos de malaria
La Gerencia Regional de Salud (Geresa) de Lambayeque
realizó una intervención en el distrito de Chongoyape, provincia de Chiclayo,
tras presentarse dos casos importados de malaria en trabajadores de una empresa
agrícola ubicada en esa norteña localidad, se informó.
Carlos Uriarte Nuñez, titular de la Geresa Lambayeque,
manifestó que, a través de la Estrategia Sanitaria Regional de Enfermedades
Metaxénicas y su equipo multidisciplinario, se ejecutó la rápida intervención
en dicha zona para evitar la propagación de esta enfermedad.
La empresa agrícola contrató a 130 trabajadores
procedentes de las localidades de Nauta e Iquitos, de la región Loreto, dos de
los cuales llegaron afectados por el paludismo o malaria y han sido registrados
en Chongoyape.
Detalló que a un varón de 38 años de edad se le
detectó malaria vivax A y al otro varón de 40 años, malaria mixta (presenta en
su diagnóstico tanto el parásito de la malaria vivax como de la malaria
falciparum).
Puntualizó que a ambos individuos se les diagnosticó
esta enfermedad en el Centro de Salud de Chongoyape, tras presentar síntomas
como fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y palidez; y actualmente se
encuentran recibiendo el tratamiento gratuito en el mismo centro asistencial.
Por otro lado, el equipo técnico de la Geresa-Lambayeque,
informado de estos casos, inmediatamente ha intervenido en la zona
desarrollando una serie de acciones como la toma de muestras y una encuesta
hematológica a todos los trabajadores para descartar la presencia de más casos.
“Se ha coordinado con la empresa para que se le brinde
las facilidades del caso al personal de salud y puedan acudir para hacer
seguimiento de los pacientes y evitar que estos se trasladen a otros lugares y
puedan ser fuente de contagio”, enfatizó.
Mencionó que se ha realizado la distribución de
material educativo, entrega de mosquiteros y fumigación en la zona donde se han
detectado los casos. “El personal de salud de la zona se encuentra realizando
actividades preventivo promocionales para evitar que se presenten otros casos”,
concluyó.
Hasta el
decenio de 1990, el número más alto de casos de paludismo (95 000)
registrados en el Perú se remontaba a 1944. En 1965 se había logrado el más
bajo (1 500) después de una intensa campaña para erradicar la enfermedad.
Así, las infecciones por Plasmodium falciparum quedaron
limitadas a las zonas costeras del noroeste que lindan con el Ecuador, si bien
esporádicamente se informaba de casos en las zonas norte y oriente del
departamento de Loreto vecinas al Brasil, Colombia y Ecuador. Sin embargo, a
principios de los años noventa empezaron a observarse casos nuevos de paludismo
por P. falciparum al norte del río Pastaza y en los límites
orientales de Loreto, zonas ubicadas en la Amazonia peruana. El número
incrementó rápidamente, de 140 casos en 1991 a 54 290 casos confirmados
por laboratorio en 1997. En ese año el paludismo en Loreto dejó un saldo de 85
muertes y 121 268 casos, cifra que encierra un aumento inusitado de la
enfermedad por P. vivax. P. malariae también ocasionó 44 casos
en 1997. Además, recibieron tratamiento 36 268 personas que se sospechaba
tuvieran paludismo pero cuyo diagnóstico no pudo confirmarse, lo que elevó el
total a 158 115.
Durante esta
epidemia se han registrado más casos en hombres (60,5%) que en mujeres (39,5%),
probablemente debido al mayor riesgo ocupacional de exposición a los mosquitos
vectores. La incidencia ha tenido una fluctuación estacional y llega a su
máximo durante las lluvias de noviembre a junio. La mayor parte de los casos
provienen de Iquitos que, con 345 000 habitantes, es el único centro
urbano de gran tamaño en Loreto. Alrededor de esa ciudad se reparte, entre
pueblos y aldeas, una población rural de 474 000. La economía local se
basa en la agricultura, la pesca y actividades comerciales, madereras y
petroleras.
En el período
de 5 años mencionado, el número de casos de paludismo en el Perú se
cuadruplicó, pero en Loreto se multiplicó por 50. La infección por P.
falciparum se ha incrementado a un ritmo mucho mayor que la ocasionada
por otros plasmodios y Anopheles darlingi, vector principal
de P. falciparum en la zona amazónica, se ha vuelto mucho más
común. Cabe señalar que durante la epidemia descrita, el Perú registró el
número de casos de paludismo más alto de toda Suramérica después del Brasil.
Uno de los problemas más acuciantes que se plantea es la evolución de cepas
de P. falciparum resistentes a la cloroquina y a la
pirimetamina sulfadoxina, lo cual requiere poner en práctica programas de
tratamiento con medicamentos más eficaces. Es probable que las cepas
resistentes hayan sido introducidas y diseminadas en el país por viajeros y
narcotraficantes, pero la abundancia de A. darlingi les ha
permitido prosperar de forma insólita. Durante 1996 dos estudios prospectivos
de pacientes periurbanos y rurales de Loreto permitieron determinar la
resistencia de P. falciparum a los medicamentos. Los
porcentajes más altos de cepas resistentes a múltiples medicamentos se han
encontrado en las zonas limítrofes de Colonia Angamos sobre el río Yavarí, las
comunidades del río Blanco y en Santa Clara, cerca de Iquitos. Los parásitos
evidenciaron resistencia considerable a la pirimetamina-sulfadoxina (31% de las
pruebas in vivo y 67% in vitro) y resistencia in vitro de 78% a la cloroquina.
No obstante, el plasmodio se mantuvo susceptible a la mefloquina y la quinina. Se
teme la posibilidad de que el paludismo se siga expandiendo a medida que A.
darlingiprolifera y coloniza nuevos hábitat. El Programa
Nacional provee a la población diagnósticos y tratamientos gratuitos y ha
puesto en marcha diversas medidas de control. La población participa en la
identificación y destrucción de criaderos de larvas y el uso de sustancias
químicas incluye fumigación espacial y rociamientos dentro de las viviendas con
piretroides y control de los criaderos de larvas con temefós. Además, se está
investigando el empleo de controles biológicos como Bacillus
sphaericus y B. thuringiensis. Se espera que nuevas
investigaciones sobre el control ambiental, el comportamiento del vector y la
resistencia del parásito a los medicamentos ayuden a establecer métodos
apropiados para combatir la transmisión del paludismo en esa zona del Perú.
Lambayeque:
realizan intervención en Chongoyape tras presentarse casos de malaria
La Gerencia Regional de Salud (Geresa) de Lambayeque
realizó una intervención en el distrito de Chongoyape, provincia de Chiclayo,
tras presentarse dos casos importados de malaria en trabajadores de una empresa
agrícola ubicada en esa norteña localidad, se informó.
Carlos Uriarte Nuñez, titular de la Geresa Lambayeque,
manifestó que, a través de la Estrategia Sanitaria Regional de Enfermedades
Metaxénicas y su equipo multidisciplinario, se ejecutó la rápida intervención
en dicha zona para evitar la propagación de esta enfermedad.
La empresa agrícola contrató a 130 trabajadores
procedentes de las localidades de Nauta e Iquitos, de la región Loreto, dos de
los cuales llegaron afectados por el paludismo o malaria y han sido registrados
en Chongoyape.
Detalló que a un varón de 38 años de edad se le
detectó malaria vivax A y al otro varón de 40 años, malaria mixta (presenta en
su diagnóstico tanto el parásito de la malaria vivax como de la malaria
falciparum).
Puntualizó que a ambos individuos se les diagnosticó
esta enfermedad en el Centro de Salud de Chongoyape, tras presentar síntomas
como fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y palidez; y actualmente se
encuentran recibiendo el tratamiento gratuito en el mismo centro asistencial.
Por otro lado, el equipo técnico de la Geresa-Lambayeque,
informado de estos casos, inmediatamente ha intervenido en la zona
desarrollando una serie de acciones como la toma de muestras y una encuesta
hematológica a todos los trabajadores para descartar la presencia de más casos.
“Se ha coordinado con la empresa para que se le brinde
las facilidades del caso al personal de salud y puedan acudir para hacer
seguimiento de los pacientes y evitar que estos se trasladen a otros lugares y
puedan ser fuente de contagio”, enfatizó.
Mencionó que se ha realizado la distribución de
material educativo, entrega de mosquiteros y fumigación en la zona donde se han
detectado los casos. “El personal de salud de la zona se encuentra realizando
actividades preventivo promocionales para evitar que se presenten otros casos”,
concluyó.