Tal como se desprende de los sucesivos
Informes sobre Desarrollo Humano, la mayoría de las personas en la mayor parte
de los países ha mejorado sus niveles de desarrollo humano a un ritmo
constante. Pero no obstante, en la actualidad existe también un amplio
sentimiento de precariedad en el mundo con respecto a los medios de vida,
la seguridad personal, el medio ambiente y la política mundial.
El concepto de vulnerabilidad se utiliza
para describir la exposición al riesgo y la gestión del mismo, incluidos
el asegurarse contra un acontecimiento adverso y la diversificación de los
activos e ingresos. Lo cual como concepto es menos abstracta si hacemos un
desglose de quiénes, a qué y por qué lo son.
Las personas experimentan
diferentes grados de inseguridad y tipos de vulnerabilidad en
distintos momentos a lo largo de su ciclo de vida. Los niños, adolescentes y
las personas mayores son vulnerables, por lo que la interrogante es qué
tipos de inversiones e intervenciones pueden reducir la vulnerabilidad
durante los períodos de transición más sensibles del ciclo de vida.
Existe un amplio debate acerca del
significado de resiliencia lo que busca
garantizar la solidez de las opciones, actuales y futuras, de las personas y su capacidad para lidiar y adaptarse
a acontecimientos adversos.
Progreso humano
El Informe sobre Desarrollo Humano de 2013
muestra que más de 40 países en desarrollo han
experimentado aumentos en el Índice de Desarrollo Humano
mayores en comparación con lo que se habría
esperado dada su situación en 1990.
El tratar de abordar la vulnerabilidad tiene una importancia decisiva a fin de garantizar los aumentos y prevenir las
interrupciones del progreso continuo.
En los
últimos años, se ha reducido la pérdida promedio de desarrollo humano derivada de la desigualdad en la mayoría de las regiones, a consecuencia principalmente de los amplios adelantos conseguidos en materia de salud,
pero no obstante, han aumentado las disparidades relativas a los ingresos en distintas regiones y la desigualdad
en educación ha permanecido en general constante.
Gente vulnerable en un
mundo vulnerable
Aquellos que viven en la extrema pobreza y
la escasez se encuentran entre los más vulnerables, lo
que significa que más del 15 % de la población
mundial sigue siendo vulnerable a la pobreza multidimensional.
Al mismo tiempo, casi el 80 % de la
población mundial no cuenta con una protección social
integral. Alrededor del 12 % (842
millones) de la población padece hambre crónica y casi la
mitad de los trabajadores (más de 1500 millones) tienen
empleos informales o precarios.
En algunas etapas del ciclo de vida, las
capacidades pueden verse frenadas al no realizar las
inversiones adecuadas o prestar la atención necesaria
en ciertos momentos, lo que hace que pueda aumentar o
intensificarse la vulnerabilidad, teniendo en cuenta los
factores que condicionan cómo se perciben y afrontan los eventos
adversos y los retrocesos se cuentan las circunstancias
relacionadas con el nacimiento, la edad, la identidad y la
posición socioeconómica; circunstancias sobre las cuales los
individuos tienen un control mínimo o inexistente.
Vulnerabilidades ligadas al ciclo de vida
Las vulnerabilidades (y fortalezas) de las
personas son el resultado de lo que han vivido, por lo que los logros pasados
influyen en la exposición presente y los modos de subsistencia.
El desarrollo de capacidades vitales de
las personas tiene dos características.
- Las capacidades en cualquier etapa de la
vida se ven afectadas por las inversiones realizadas en etapas anteriores, así
como por la interacción entre el entorno inmediato, la comunidad y la sociedad.
- Los eventos adversos puntuales tienen con
frecuencia consecuencias a largo plazo.
Vulnerabilidades estructurales
Las vulnerabilidades estructurales se manifiestan en profundas desigualdades entre grupos y pobreza generalizada, basadas en una composición de grupos reconocida y establecida desde el punto de
vista social.
La inseguridad de aquellos que se
enfrentan a vulnerabilidades estructurales ha
persistido y evolucionado durante largos períodos hasta crear
divisiones (de género, etnia, raza, tipo de trabajo o estatus
social) que son difíciles de superar. Las personas
vulnerables desde el punto de vista estructural puede
que tengan las mismas capacidades que otros pero seguirán
enfrentándose a barreras adicionales para superar las
condiciones adversas.
En los casos en los que las instituciones
sociales y jurídicas, las estructuras de poder, los espacios políticos o las
tradiciones y las normas socioculturales no sirvan a todos los miembros de la
sociedad de igual modo, así como cuando creen barreras estructurales para
algunas personas o grupos a la hora de ejercer sus derechos y opciones,
aumentarán las vulnerabilidades estructurales.
Violencia de grupos e inseguridad
El conflicto y el sentimiento de
inseguridad personal tienen repercusiones negativas en el
desarrollo humano obligando a miles de millones de personas
a vivir en condiciones precarias.
Muchos de los países del nivel más bajo del Índice de Desarrollo Humano están saliendo de largos períodos de conflicto y aún se enfrentan a violencia armada.
Fomento de la resiliencia
La construcción de resiliencia subyace a cualquiera de los enfoques relativos a la seguridad y
sostenibilidad del desarrollo humano. Por lo que se dice
que la resiliencia consiste en garantizar que el Estado, la
comunidad y las instituciones mundiales trabajen para
empoderar y proteger a las personas.
En el Informe se destacan algunas de las políticas, los principios y las medidas más importantes necesarias para fomentar la
resiliencia de una manera que se pueda reforzar las oportunidades, ampliar la acción humana y promover las competencias sociales.
Prestación universal de servicios
sociales básicos
La universalidad supone la igualdad de
acceso y oportunidades para fomentar las capacidades básicas como: educación, salud, abastecimiento de agua, saneamiento y seguridad pública, lo cual se basa en la premisa de
que todos los seres humanos deberían tener la
facultad de vivir las vidas a las que aspiran y que el acceso a
ciertos elementos básicos de una vida digna debería
desvincularse de la capacidad de las personas para pagar.
Todo esto puede aumentar las competencias
sociales y reducir la vulnerabilidad estructural.
Lucha contra las
vulnerabilidades ligadas al ciclo de vida
Las personas experimentan diferentes
grados de inseguridad y tipos de vulnerabilidad en distintos momentos a lo
largo de su ciclo de vida.
Es fundamental establecer plazos para las
intervenciones, ya que es costoso compensar posteriormente el hecho de no haber
prestado apoyo al desarrollo de capacidades en el momento oportuno.
Fortalecimiento de la protección social
La protección social, incluidos el seguro
por desempleo, los planes de pensiones y la regulación de
los mercados laborales, puede ofrecer cobertura contra
riesgos y adversidades durante toda la vida de las personas y, en
especial, durante las etapas críticas.
Muchas formas de protección social tienen
beneficios indirectos.
En etapas tempranas del desarrollo, la
protección social es factible y puede incluso
producir otros beneficios como la estimulación del gasto y la
reducción de la pobreza, lo cual compensa la
inestabilidad de la producción al reducir las
fluctuaciones del ingreso disponible. Estas políticas de
protección social universal sólidas no solo aumentan
la resiliencia individual sino que también refuerzan la resiliencia de la economía en su conjunto.
Promoción del pleno empleo
El pleno empleo constituyó un objetivo
central para las políticas macroeconómicas en la década de 1950 y 1960.
El pleno empleo no solo amplía la
universalidad al mercado laboral sino que también facilita el apoyo a la
prestación de servicios sociales.
El pleno empleo debería ser un objetivo
político de las sociedades en todos los niveles de desarrollo.
Instituciones con capacidad
de respuesta y sociedades cohesivas
Para fomentar la resiliencia humana son
necesarias instituciones con capacidad de respuesta,
para ello se requieren políticas y recursos adecuados para
ofrecer puestos de trabajo, servicios de salud y
oportunidades de educación adecuados, en especial para
las personas pobres y en situación de
vulnerabilidad
En particular, los Estados que reconocen la desigualdad entre grupos y
adoptan medidas para reducirla tienen una mayor capacidad para respaldar el
principio de la universalidad y fomentar la cohesión social, así como para prevenir
las crisis y recuperarse de las mismas.
La vulnerabilidad persistente tiene sus
raíces en las exclusiones históricas: las mujeres en las
sociedades patriarcales, el pueblo negro en Sudáfrica
y los Estados Unidos de América y la población dalit en
la India se ven confrontados a la discriminación y la
exclusión debido a las prácticas culturales y las normas
sociales de larga data.
Las instituciones gubernamentales
responsables y con capacidad de respuesta son decisivas
para superar este sentimiento de injusticia,
vulnerabilidad y exclusión que puede alimentar el
descontento social.
Fomento de las capacidades para la
preparación para crisis y la recuperación de las mismas
Los desastres naturales exponen y agravan
las vulnerabilidades, tales como la pobreza, la desigualdad, la degradación del medio ambiente y la gobernanza deficiente.
El objetivo principal es la reconstrucción
en conjunción con el aumento de la resiliencia social, material e
institucional. Las instituciones deficientes y los conflictos han dificultado
las respuestas a los fenómenos climáticos extremos.
En la resiliencia de un país se incluye su
capacidad para recuperarse de manera rápida y satisfactoria de desastres.
Fomento del progreso y la
acción colectiva
La globalización ha unido a los países y ha proporcionado nuevas
oportunidades.
Diversos sucesos recientes han puesto de manifiesto enormes deficiencias en
el modo de gestionar la globalización en cuestiones que varían de la seguridad
alimentaria al acceso a la energía o del reglamento financiero al cambio
climático.
Elementos de un contrato social mundial
En el ámbito nacional se pueden mejorar las capacidades y proteger las
oportunidades pero es más fácil promulgar las medidas nacionales cuando se
cuenta con compromisos y apoyo a escala mundial.
Los acuerdos a escala mundial son
fundamentales ya que pueden inducir la acción y el
compromiso, además de generar apoyo financiero, entre
otros tipos de ayudas.
Mejora de la gobernanza mundial
Se necesitan políticas particulares para
reducir la probabilidad de que se produzcan algunos tipos específicos de
amenazas, pero pueden ser necesarios cambios mayores y de primer orden en las
estructuras de gobernanza antes de un posible avance en problemas como la
volatilidad financiera, el desequilibro de los sistemas de comercio o el cambio
climático, es por eso que son necesarios cambios en las políticas para reducir
determinados tipos de crisis.
Acción colectiva para un mundo más seguro
Es necesaria una acción global para
garantizar que la globalización sigue adelante y protege el desarrollo humano;
las medidas nacionales son más fáciles de promulgar cuando se adquieren
compromisos globales y cuando se dispone de un apoyo mundial.
COMENTARIO
Todas las personas nos sentimos vulnerables frente a muchas situaciones que pueden emerger durante nuestra vida. Sí bien es cierto las personas que se ven más vulnerables son niños, ancianos, mujeres; los cuales por diversos factores se ven más expuestos.
En muchas ocasiones las personas no son capaces de hacer frente a una amenaza o resistir a los efectos del peligro. En estos casos es necesario la intervención de diversas organizaciones que permitan brindar ayuda a las personas que se encuentran dentro de este grupo.
PREZI
No hay comentarios:
Publicar un comentario