miércoles, 22 de octubre de 2014

MICROPOLÍTICAS DE LA CORRUPCIÓN: REDES DE PODER Y CORRUPCIÓN EN EL PALACIO DE JUSTICIA

CAPÍTULO I: EL PODER EN EL PODER JUDICIAL

1. ESTUDIAR EL PODER EN LOS APARATOS DEL ESTADO:

El Estado es un escenario en el que se construyen diversas maneras de ejercer el poder. Desde la burocracia formal, las leyes o la normatividad, hasta el tejido de las múltiples redes informales y sistemas de corrupción, este espacio político es un terreno en tensión constante.
Lo que tenemos es una disposición de prácticas que en la vida cotidiana demarcan también la estructura política, y permiten entender que esta no deviene solamente de un mandato exterior, sino que se construye en la disposición activa de las personas concretas que en este espacio se desenvuelven e interactúan.
Es importante  entender que la ingeniería política y la ingeniería judicial funcionan en un terreno social en el cual las redes de poder y los sistemas de corrupción demarcan las posibilidades de ejercicio de la justicia en nuestro país.
Y ahí reside justamente el problema central, pues muchos de los intentos de reforma del sistema judicial que se dirigen a la estructura normativa, es decir, a la ingeniería judicial, no necesariamente implican la existencia de los fenómenos que estructuran el ejercicio práctico de la justicia. De modo que estos fenómenos de la vida cotidiana, estas maneras prácticas del poder, permiten o al menos colaboran en la comprensión del espacio político.

2. ALGUNAS PERSPECTIVAS DE ESTUDIO SOBRE LA CORRUPCIÓN:

Según la investigación acerca de la corrupción ha girado fundamentalmente alrededor de dos grandes ejes: el estudio de las implicancias económicas de la corrupción y la mirada jurídica sobre esta. Vamos a hacer un breve esbozo de ambas perspectivas y luego entrever aquello que se ha hecho desde las ciencias sociales para poder situar nuestro propio trabajo.
Existe una división interesante entre los estudios macroeconómicos y los de corte microeconómico, en el que un enfoque más relacionado a las ciencias sociales ha intentado implementarse, a veces sin mucho éxito debido a la naturaleza de las investigaciones pues en éstas se busca fundamental mente dar pautas para “eliminar el problema”. El asunto de la corrupción como un epifenómeno político-económico sostenido en los incentivos y en las ambiciones económicas personales. No siempre permiten espacio para estudiar la corrupción como un fenómeno, sino que la reducen a un mal de la democracia. Lo mismo sucede en el encierro conceptual de la corrupción en las lógicas de clientela y de mafias organizadas. Se piensa la corrupción como una estructura similar al crimen organizado, como una lógica mafiosa (en analogía a las lógicas familiares, por lo que uno de los fenómenos más criticados, pero no el más estudiado, sea el nepotismo).
La corrupción, lejos de ser únicamente un fenómeno jurídico, económico o policial, es también un fenómeno cultural. Es importante, de este modo, entender que el fenómeno no se da en tanto es solo un epifenómeno del aparato legal, tampoco como un remanente de los problemas que este lleva consigo, de igual modo, es importante entender que no se puede establecer una mirada comprensiva de la corrupción asumiendo esta de un modo negativo, es decir, reduciéndola al marco de la no-legalidad ni al de un fenómeno de ruptura. Hay que intentar entender la corrupción como si se tratara de un modo de relacionarse, como un vínculo, como la formación de sistemas de relaciones sociales, con un sentido y con una lógica de acción.

3. LAS CIENCIAS SOCIALES SOBRE LA CORRUPCIÓN:

Los  estudios sobre clientelismo (Gellner, 1997) y los estudios etnohistóricos e históricos sobre la mafia (Hobsbawn, 2000; Gambetta, 1993) han sido algunos de los aportes. En ellos se ha dado importancia a la idea del orden jerárquico intrafamiliar y a las redes de parentesco como ejes del fenómeno. Pero es claro que la corrupción no se limita al orden regular de la mafia ni a la aparente estabilidad de una clientela, por lo que las herramientas usadas y las analogías, no son suficientes (Abed y Gupta, 2002; Médard, 2000).
En América Latina el estudio de prácticas concretas de corrupción desde las ciencias sociales también resulta escaso. Abundan los ensayos de carácter ético, los ensayos jurídicos y las propuestas de “solución del problema”, pero no hay preguntas concentradas en el funcionamiento de la práctica. Trabajos en las líneas económicas y políticas en varios países de la región complementan el panorama (en la línea de los estudios de Rose Ackerman, 2001 y Tanzi, 1998).
Lo que se mantiene ausente en la mayor parte de estos trabajos es que no hay énfasis en pensar cómo es que la corrupción se manifiesta en la actividad social cotidiana, en la práctica misma, en las estrategias que los actores disponen para poder trazar relaciones sociales, ni cómo es que esta se constituye o se relaciona con las estructuras de poder.

4. UNA FENOMENOLOGÍA DEL PODER:
El primer paso ha sido fenomenalizar teórica y metodológicamente la práctica (el poder y la corrupción). Es en el terreno social en donde dichas relaciones se trazan y donde se construyen diferentes juegos para ponerlas en escena: se trata de un espacio intersubjetivo. Ahora, hay que comprender esto en dos sentidos. Primero, se trata de una disposición teórica; es decir, el lenguaje es el modo en que se plantea la intersubjetividad en el mundo de la vida concreta, y es el medio de la interrelación entre los sujetos. Segundo, el lenguaje es la interrelación y, por ende, la intersubjetividad en el mundo de la vida.
La episteme implica entonces un sistema de estrategias, éstas un sistema de tecnologías y éstas, a su vez, ciertas técnicas. El rastreo se efectúa sobre dichas técnicas, que son prácticas observables: el proceso analítico se hace sobre el dato de campo (la técnica efectiva de interacción).
Dicho modo de entender la institucionalidad requiere entonces de una correlación con una forma de plantear la autoridad. El poder hecho acción  obliga a entender la autoridad desde la disposición de las acciones, en el ordenamiento estratégico de los campos, y salir del concepto de la “autoridad formal” como forma unívoca, dispuesta por la legalidad exterior del sistema oficial. Las redes informales y la corrupción, se ponen constantemente en escena, se practican, activándose para poder permanecer en la estructura política. Se trata de un dispositivo estratégico para relacionarse con la ley y para reinventarla en la acción.

5. MICROPOLITICA DEL ESTADO: 

Las redes informales y las formas de corrupción que existen en las instituciones judiciales constituyen un mecanismo de relación que permite conectar a los actores con la ley exterior. Se trata de entender que en muchos casos, los grupos sociales se constituyen en tanto construyen formas de sobrepasar la ley, de transgredir. La idea es que se puede sugerir que las redes funcionan como un sistema de intercambio de bienes simbólicos y fácticos, estos bienes no obedecen solamente a una lógica económica, sino a un modo de estructurar las relaciones de poder: la disposición de los intercambios, desvíos y modos de enrumbar los bienes plantean una manera diferente de ordenar el campo económico y consecuentemente el terreno político.

La política se vuelve a lo cotidiano y permite abarcar los conceptos que hemos ido marcando: los conflictos, las disputas, la negociación, el movimiento del poder, la autoridad práctica y las técnicas mediante las que éstas se ponen en juego, mediante las que se construyen las estrategias de acción; este conglomerado de prácticas sistemáticas van a mostrar la estructura, el conjunto de campos que demarcan la política. El Estado deja entonces de ser el único núcleo de lo político y permite redirigir la mirada a aquello que lo constituye, a las prácticas vivas de los actores; y a su vez, genera campos para estudiar aquello que justamente se construye para relacionarse con el Estado, con sus instituciones y reglas.


CAPITULO III: REDES DE CORRUPCIÓN EN LOS ALREDEDORES DEL PALACIO DE JUSTICIA 

1. EXTERIORES DEL PALACIO: Tramitadores, falsificadores y otros actores:
 Los sistemas de corrupción no son estructuras que funcionen fuera del campo político, sino que se integran de diversas maneras a él. Del mismo modo, la política no se limita a los campos formales del Estado, sino que se articula con diversos elementos y prácticas de la vida cotidiana de las personas. Los sistemas de corrupción en las instituciones públicas tampoco se limitan a sus fronteras físicas, es decir, no están encerradas en los recintos públicos solamente, sino que se extienden fuera de estos, a través de redes complejas y sistemas de técnicas de corrupción.
Estos actores no son los únicos en el campo exterior del Palacio de Justicia. Los tramitadores constituyen uno de los elementos importantes de información y de conexión con redes internas en el espacio local; sin embargo, funcionan junto a las redes de otros actores que tienen una labor paralela y complementaria, pero que, además, ofrecen un servicio más, sumamente importante: se trata de redes de falsificadores de documentos.
Es claro además que estos actores tienen redes inmediatas y conocidos y amigos entre los grupos y redes de tramitadores y falsificadores. . Estas redes que conectan abogados(formales e informales), tramitadores y falsifcadores se manifiestan, por ejemplo, cuando una persona solicita el serviciode “tipeo” a algún tramitador

2. LA ARTICULACIÓN DE LAS PRÁCTICAS DE CORRUPCIÓN Y FALSIFICACIÓN:

Las dinámicas del Palacio de Justicia, están atravesadas por sistemas de corrupción. Estos sistemas están constituidos por conglomerados de actividades de una serie de actores que se repiten constantemente. Estas actividades gestan técnicas muy puntuales de acción con objetivos comunes.
Una técnica muestra un modo de corrupción en el escenario práctico, de ahí que podamos hablar de técnicas de corrupción (Mujica, 2005a). Entonces, estas técnicas resultan parte de las actividades de los sujetos y son, además, las que constituyen en su repetición constante un sistema. Asimismo, en el ejercicio, la puesta en escena de dichas acciones es en donde las redes de actores y los sistemas de interacción sostenidos en actos de corrupción cobran consistencia práctica. De manera que lo que nos interesa en esta sección es describir de modo sintético las técnicas de corrupción más importantes, que son alentadas, promovidas y practicadas por los agentes externos a las dinámicas del Palacio de Justicia que hemos visto en los acápites anteriores (sustancialmente por las redes de falsificadores y abogados informales o “al paso”). El asunto es que la descripción de estas prácticas desde el exterior permite una aproximación profunda a lo que sucede en el interior, puesto que muestra un primer eje de conexión de las dinámicas que (como se ha indicado desde el comienzo) no corresponden solamente al campo de lo formal. La mirada analítica cobra aquí mayor orden y permite fundamentar no solamente la conexión entre los actores de la descripción, sino también fundamentar la metodología, en donde lo exterior informal, es una canal de acceso a lo interior formal (tanto para los usuarios del sistema, como para el recojo de datos y la investigación).
En diferentes casos, estas técnicas implican dirigirse a estos actores para que logren aceptar documentación que ha sido falsificada, como si fuera verdadera y válida para los casos que se siguen. Es decir, en muchas ocasiones los documentos falsificados por los tramitadores o falsificadores de la parte exterior del Palacio no son aceptados por las instancias judiciales, sin embargo, pueden, a través de un pago de dinero, ser aceptados e incluidos en los archivos o expedientes judiciales, lo mismo que en los archivos personales de los procesados. El centro de estas técnicas entonces es el soborno. Los sujetos sobornados son los vigilantes o las secretarias y asistentes.

3. TÉCNICAS DE CORRUPCIÓN EN LOS ALREDEDORES DEL PALACIO DE JUSTICIA:

La mirada analítica cobra aquí mayor orden y permite fundamentar no solamente la conexión entre los actores de la descripción, sino también fundamentar la metodología, en donde lo exterior informal, es una canal de acceso a lo interior formal (tanto para los usuarios del sistema, como para el recojo de datos y la investigación).
En el caso del robo o “extravío” de documentos, archivos o expedientes, el objetivo suele ser demandado por algún cliente que tenga temor de perder un juicio o demanda y ve en esta acción una salida rápida para retrasar o aletargar el proceso. En este sentido, quienes ofrecen los sobornos son los abogados formales de los procesos judiciales. Éstos contactan normalmente a un segundo abogado de las cercanías de Palacio de Justicia, que genera el contacto con alguno de los actores dentro del Palacio (pues un abogado de renombre o que esté simplemente fuera del circuito inmediato al Palacio no siempre tiene acceso a las redes preconstruidas), en este caso vigilantes, secretarias, asistentes o personal administrativo que esté cerca al documento que se quiera sustraer. Una vez hecho el contacto el pago es realizado.

4. LAS REDES DE CONTACTO DE LOS ABOGADOS Y LAS ESTRUCTURAS DE LAS REDES DE CORRUPCIÓN:

 El campo de acción de los abogados, formales e informales, los que ofrecen sus servicios “al paso” y aquellos que tienen cierto renombre, se construye a través de la formación de redes sociales. Éstas se construyen en diversos espacios: las familias, las universidades, a través de los amigos. Y es justamente el camino de formación de esas redes, el que gesta un campo de poder simbólico, un tipo de “capital” particular dentro del sistema formal. Esto se puede ver incluso en las formas de corrupción con las que los abogados informales o “al paso” del exterior del Palacio de Justicia intentan penetrar el sistema formal. Es decir, las técnicas de corrupción constituyen un canal de análisis para de construir las redes de contactos que los abogados tejen. ¿Qué tipo de redes de corrupción integran los abogados? En el campo exterior de Palacio de Justicia, los abogados informales y aquellos que hacen labores “al paso” ejercen diferentes tipos de prácticas para integrarse al campo formal del Palacio de Justicia. Las estrategias que requieren para integrarse a esas dinámicas dependen en gran medida de aquellas redes que han tejido en otro tiempo, sustancialmente en el período universitario, con actores que conocen o que trabajan en el propio Poder Judicial. Es el período universitario el que se recuerda con más efervescencia y el que determina en gran medida los contactos que pueden tener y, por ende, las vías que se pueden seguir para introducirse con mecanismos de corrupción en el sistema. Como hemos dicho, los sistemas de corrupción y las propias redes de corrupción no se sostienen en un simple intercambio de dinero, sino que esto debe soportarse en una relación previamente constituida que garantice en cierta medida que la transacción (soborno, coima, cupo, etcétera) será directa, clara y “sin interferencias del campo legal”.

5. LA CORRUPCIÓN COMO FORMA DE ACCESO A LA BUROCRACIA JUDICIAL:

La corrupción no es una ruptura de las relaciones de poder, sino una manera de ejercer el poder. La corrupción no se limita al campo de lo formal, sino que teje relaciones entre lo formal y lo informal, lo legal y lo ilegal. “Justamente”, la corrupción es un sistema de prácticas que transgreden lo formal desde adentro de su propia estructura, utilizando sus propias herramientas, sus propios bienes y sus propios funcionarios. En este sentido, lo que hemos hecho es un acercamiento desde afuera hacia adentro, desde lo más ilegal-exterior del sistema. El asunto, sin embargo, no ha residido en mostrar las fallas de la estructura, ni los orígenes exteriores de la corrupción, sino, más bien, en mostrar los elementos de la corrupción que se conectan con las dinámicas exteriores prácticas del Palacio de Justicia. Esto porque es importante entender que no se trata de un fenómeno que se circunscribe a la burocracia (a los servidores y funcionarios públicos), sino que se trata de una práctica que se extiende de manera amplia y compleja por una gran parte del entramado social (y del que son partícipes los ciudadanos).


GLOSARIO:

1.    BUROCRACIA: Es la organización o estructura organizativa que es caracterizada por procedimientos explícitos y regularizados, división de responsabilidades y especialización del trabajo, jerarquía y relaciones impersonales.

2. DICOTOMÍA: La división de un concepto o una materia teórica en dos aspectos, especialmente cuando son opuestos o están muy diferenciados entre sí.

3. CONGLOMERADO: La mezcla confusa de personas o cosas de distinto origen o naturaleza y a menudo contrarias.

4. FENOMENOLOGÍA: Ciencia de los fenómenos físicos o psíquicos, en su génesis y en sus manifestaciones en el tiempo y en el espacio.

5. PODER es la autoridad para mandar o influir sobre los demás.

6. MICROPOLÍTICAS: se refiere al uso de poder formal tanto por los individuos como por los grupos para conseguir sus propios objetivos y finalidades en una organización.

7. EPIFENÓMENO: fenómeno que se da "por encima" o "después" (epi) de otro al que consideramos principales.

8. NEPOTISMO: es un trato de favor hacia familiares o amigos, a los que le otorgamos puestos de trabajo por el simple hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos.


COMENTARIO: 

Como es de nuestro conocimiento el tema de corrupción viene a tallar desde mucho tiempo atrás, generalmente no se toma en cuenta y se hace oídos sordos a lo que los ciudadanos exigen que es ponerle mano dura a tantas injusticias y corrupciones que se dan dentro del poder judicial como también dentro del gobiernos de cada presidente que se elige. 

Una forma de ponerle un alto a esta situación es que como ciudadanos tomemos conciencia de ello y comencemos por erradicar nuestros pensamientos conformistas, porque si bien es cierto no solo vienen a ser culpables lo que están vinculados con estos sistemas si no también nosotros porque formamos parte de ello. El tratar de erradicar esta situación nos permitirá tener un mejor desarrollo como país y de ello todos saldremos beneficiados.

PREZI:

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